La Batalla de Platea fue una batalla decisiva que tuvo lugar en el año 479 a.C. durante las Guerras Médicas. Fue librada entre una coalición de ciudades-estado griegas lideradas por Esparta y el Imperio Aqueménida del rey Jerjes I.
La batalla se desarrolló en Platea, una ciudad de Beocia, en Grecia. Las fuerzas griegas lograron una importante victoria sobre el ejército persa, lo que significó un punto de inflexión en las Guerras Médicas y la consolidación de la independencia de las ciudades-estado griegas frente al Imperio Aqueménida.
El líder espartano Pausanias fue el responsable de organizar la estrategia militar de las fuerzas griegas en Platea, y logró derrotar a las tropas persas en un enfrentamiento que duró varios días. La victoria fue crucial para debilitar el poderío del Imperio Aqueménida en Grecia y asegurar la libertad de las ciudades-estado.
La Batalla de Platea se considera uno de los eventos más importantes en la historia de Grecia, ya que marcó el fin de las invasiones persas en el territorio griego y consolidó la independencia de las polis griegas. Esta victoria también fortaleció la moral de los griegos y les brindó un impulso para seguir resistiendo la amenaza persa en el futuro.
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